El jamón ibérico al ser una carne curada concentra sus nutrientes mientras reduce su contenido acuoso, por ello, en sólo 100 gramos encontramos 40 gramos de proteínas, mientras que en el queso encontramos un 25% de proteínas y en la carne un 24%, pues son alimentos con mayor contenido de agua y cuyos nutrientes no están tan concentrados.
Si bien el jamón ibérico también concentra sodio y grasas (la mayoría monoinsaturadas), por lo que debe consumirse con moderación, un par de lonchas pueden sumar 10 gramos de proteínas a nuestra dieta diaria y sólo suman 5 gramos de grasa.
Vale aclarar que los garbanzos secos poseen gran contenido proteico pero como hemos aclarado, jugábamos con el producto listo para consumir, y como todas las legumbres, al hidratarse suma agua mientras reduce su concentración de nutrientes.
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