Schweppes Ginger Ale, el mixer que ilumina y da vida a los combinados a base de whisky, brilló con fuerza en Valencia de la mano del bartender Borja Cortina. El mundo de la mixología continúa imparable su re-evolución de la mano de Schweppes Ginger Ale, un mixer que con su frescura cítrica, su complejidad en matices y su atractivo color dorado ilumina y da vida al whisky y otros destilados oscuros. Para celebrar esta nueva etapa evolutiva -la post-vanguardia de la coctelería- Schweppes reunió en el Caro Hotel de Valencia a un buen número de personas en una gran fiesta social en la se presentó la historia y la evolución del clásico combinado de whisky con Ginger Ale de la mano de Borja Cortina, propietario y bartender de la coctelería Varsovia de Gijón.
En los últimos años hemos vivido una auténtica revolución en tono al Gin & Tonic gracias a la proliferación de ginebras Premium en el mercado y al esfuerzo de marcas como Schweppes, que lanzó una su gama de tónicas de sabores ideadas específicamente para combinar con las distintas familias de ginebras. Ahora la innovación continúa, esta vez, con un nuevo servicio para esos destilados oscuros hasta ahora relegados al vaso de tubo y que ven por fin la luz de la mano de Schweppes Ginger Ale.
Se trata de un mixer luminoso, brillante y complejo que combina en nariz elegantes aromas a jengibre con sutiles notas ahumadas que recuerdan a la turba con que se elabora el whisky de Malta potenciando, sin enmascarar, ésta y otras muchas cualidades del destilado escocés. En boca ofrece el toque terroso propio de los destilados envejecidos en barrica (como el Scotch Whisky, el Irish Whiskey o el Bourbon) y sutiles notas dulces que resalta la dulzura que caracteriza a los whiskies de las Highlands. Al final, Schweppes Ginger Ale presenta un ligero sabor picante que aviva la copa y una frescura cítrica a jengibre que matiza y suaviza sin ocultar la complejidad de los destilados con madera haciéndolos mucho más refrescantes y, por tanto, aptos para tomar de noche y entre amigos. Todo ello acompañado de la característica burbuja Schweppes, que al ser fina y duradera mantiene inalterado el combinado a lo largo de toda su degustación, y por un atractivo tono ocre y dorado que se funde en la copa bañándola de luz. En definitiva, un mezclador intenso y con una rica gama aromática que viene a iluminar y da vida a los combinados a base de whisky.
Durante la presentación de Schweppes Ginger Ale, el Schweppes Mixing Master Borja Cortina habló de la historia y de la evolución del Whisky con Ginger Ale y de su perfect serve. Un sencillo ritual de servicio que consiste en introducir 4 o 5 hielos gruesos en una copa alta, de boca ancha y gran capacidad y removerlos con la cuchara imperial en sentido de las agujas del reloj durante 10 segundos para enfriar el cristal. Tras eliminar el agua sobrante, se vierten unos 5 centilitros de whisky previamente atemperado, se aromatiza el borde de la copa con un twist de lima y se introduce cuidadosamente en el interior de la copa para que vaya desprendiendo sus aromas. Después, se sirve el mixer bien frío (a una temperatura de entre 4 y 6º C) y lentamente, ayudándonos para ello con la cuchara imperial para preservar la burbuja. Para finalizar, se remueve la mezcla con un solo toque de arriba abajo con la cuchara y esperar 30 segundos para que se fundan todos los ingredientes.
Este sofisticado combinado, que ya se ha convertido en el favorito de muchas celebrities, está pisando fuerte en una ciudad cosmopolita y en pleno desarrollo como es Valencia. Por eso, Schweppes quiso presentar en sociedad su referencia estrella en un evento que brilló por la cantidad y calidad de sus asistentes.