El Refugio porta el sello de las más prestigiosas Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) y Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) de Castilla y León

Navarrés, Valencia. En un rincón privilegiado de la pintoresca localidad de Navarrés, donde la tradición y la gastronomía se entrelazan, se alza un referente culinario que ha conquistado paladares y corazones a lo largo de los años: el Asador El Refugio. Ubicado estratégicamente a la izquierda, al final de la calle principal, su presencia es un faro para los amantes de la buena mesa que buscan la autenticidad de las brasas y la calidad inigualable.

Este emblemático asador, un verdadero clásico en la comarca, se distingue por su maestría en el arte de la parrilla, donde las carnes son las verdaderas protagonistas. Cada pieza que llega a las mesas de El Refugio porta el sello de las más prestigiosas Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) y Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) de Castilla y León, garantizando una experiencia gustativa sin igual. Desde el tierno cochinito asado hasta la jugosa pluma ibérica y el exquisito secreto ibérico, la selección de carnes es un himno a la excelencia. Los comensales también pueden deleitarse con imponentes chuletones, delicadas chuletas de cordero lechal y una cuidada selección de embutidos que complementan a la perfección la oferta carnívora. Una mención especial merece el espectacular queso zamorano, un broche de oro para cualquier degustación.

Sin embargo, hay un plato que se erige como el emblema indiscutible del Asador El Refugio: El Farinato. Una especialidad que, por su calidad y sabor, ha sorprendido gratamente a propios y extraños, convirtiéndose en una parada obligatoria para quienes desean adentrarse en la esencia culinaria de este establecimiento.


Pero más allá de la exquisitez de sus platos, el Asador El Refugio es también una historia de dedicación familiar y relevo generacional. Recientemente, el establecimiento fue escenario de un emotivo acontecimiento: la despedida de Vicente Martínez y Amparo Argente, quienes, tras años de incansable labor y pasión por la gastronomía, se han jubilado, dejando un legado imborrable. En esta nueva etapa, el timón del asador es entregado a su hijo, Javier Martínez, quien asume la dirección con el compromiso de mantener intacta la calidad de los productos y la atención esmerada que ha caracterizado a El Refugio. Javier, heredero de las directrices y el saber hacer de sus padres, se prepara para seguir satisfaciendo a una clientela fiel que ha encontrado en este asador no solo un lugar para comer, sino un verdadero refugio de sabores y tradiciones.

Con el relevo generacional asegurado, el Asador El Refugio se prepara para afrontar el futuro, prometiendo seguir siendo ese bastión de la gastronomía castellana en Navarrés, donde cada visita es un viaje sensorial y cada plato, una obra de arte.